Sufrir un despido injustificado es una de las peores cosas que te puede pasar. Más aún si consideras que tu desempeño ha sido óptimo y sientes que te has desgastado por la empresa. Este es un delito al que cualquier persona esta expuesta si no sabe defender sus derechos. Cuando ocurre, el patrón tiende a atemorizar al trabajador con la intención de salirse con la suya, sin embargo, hay instancias y especialistas listos para brindar ayuda ante esta situación.
Temores para hacerte firmar el despido
Si hay algo que la mayoría de los jefes se han vuelto expertos en manejar, son las leyes vinculadas a la contratación y el cese de la relación laboral. Cuando toman una decisión arbitraria de romper contrato con algún trabajador de la empresa, saben muy bien que pueden enfrentarse a una demanda.
Precisamente, esa es la razón por la que emplean medios poco éticos que consisten en infundir miedo al empleado para librarse de él con facilidad. A continuación, nota algunas de las amenazas comunes que utilizan con el fin de lograr este propósito:
- «Estampa tu firma aquí y no demandes porque conozco a todos los empresarios». ¿Cuál es el mensaje que te quieren transmitir usando esta amenaza? Que, si llegaras a solicitar ayuda legal, se encargarán de que no vuelvas a conseguir empleo en ningún establecimiento con los que ellos tienen contacto.
- «Si llegas a demandarnos, despediremos también a tu hermano/primo/padre». Sin duda alguna, te las pondrían difícil, ya que no querrías que algún familiar se viera perjudicado por el simple hecho de que un patrón se obsesione contigo.
- «Coloca tu rúbrica y ni se te ocurra demandar, porque te podemos arruinar la vida». Estas son palabras que harán que tu cabeza dé vueltas y vueltas pensando qué decisión tomar. Tal vez consideres que tienes una vida por delante y creas que lo mejor es firmar. Sin embargo, no estarás haciendo valer tus derechos y, por ende, serás cómplice del crimen.
- «Firma y no te preocupes en demandar porque el juez/inspector es mi amigo». Ahora la intención sería hacerte pensar que no vale la pena que acudas a ninguna instancia a buscar ayuda porque ellos no harán nada por protegerte.
- «Si acudes a la ley después de firmar, ten por seguro que no recibirás ni un centavo». Lógicamente, esto causa temor, sobre todo si necesitas del dinero para cuidar de tu familia. El patrón sabe lo eficaz que puede ser este temor y por eso apela a él.
- «Debes firmar y no demandar si no quieres meter en problemas a los tuyos». Esta amenaza es una de las más fuertes que puedes recibir. El miedo a la agresión física frena el deseo de muchos de querer tomar medidas.
Busca ayuda, no te dejes amedrentar
Ante situaciones como estas ¿qué debes hacer? Pues bien, lo más recomendable es buscar a un profesional en derecho especializado en materia laboral. Este puede asesorarte y explicarte cuáles son tus alternativas y qué leyes te amparan para que logres ganar el caso.
Además, actuará como puente de comunicación entre tú y la empresa agresora, y con aquellas instituciones encargadas en solucionar este tipo de problemas, como lo son la Secretaría del Trabajo y Previsión Social o la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Un abogado laboralista empleará las estrategias necesarias para conseguir que se respeten los derechos del trabajador. Sus conocimientos y experiencia permitirán que cada procedimiento a ejecutar en el caso se desarrolle como lo establece la ley.
Si te sientes identificado con alguna de estas situaciones que hemos presentado, no sientas temor. Recuerda que puedes contar con la ayuda de profesionales dispuestos a hacer valer la justicia.
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