¿Quieres saber qué es una liquidación laboral y cuál es la diferencia que existe con un finiquito? A continuación, toda la información que debes conocer.
La diferencia entre liquidación y finiquito
Cuando se finaliza un vínculo laboral, ya sea a través de una renuncia o de un despido, los trabajadores tienen dudas, especialmente a la hora de pensar en qué casos aplica una liquidación laboral y en cuál un finiquito. Si bien una asesoría será la mejor opción para que lo evalúes, veremos varias características puntuales.
El finiquito
Esta decisión ocurre cuando un trabajador decide renunciar voluntariamente a su posición laboral y el patrón acepta esa elección. Por lo tanto, el trabajador recibirá un finiquito que incluirá los datos personales y los de la empresa, además de los conceptos del cheque que se le abona.
Allí se indicará la decisión de abandonar la empresa. El trabajador, según lo que indica la ley en México, tiene 15 días de aguinaldo, 6 días de vacaciones, los salarios pendientes a cubrir y la prima vacacional. Son pagos que todos los empleadores deben respetar, pues están amparados en la Ley Federal del Trabajo.
Allí se indica que el trabajador renuncia por deseo propio y no por responsabilidad del empleador. Es decir, es él el que decide ponerle fin a su vínculo con la empresa. El Artículo 47 indica una lista de posibles causas por las que esto puede ocurrir, pero lo que debes entender es que el finiquito se da cuando el propio trabajador decide ponerle punto final a su actividad como miembro de una institución.
La liquidación
Aquí ocurre a la inversa que en el concepto anterior. El trabajador deseaba mantener su puesto laboral —o seguía ocupándolo— y la empresa tomó una decisión de forma unilateral, aunque con causas justificadas. Pueden darse las siguientes circunstancias de despido:
- Simple rescisión del vínculo contractual.
- Empresa quebrada, cerrada o puesto desaparecido.
- Falta grave del empleado que es digna de expulsión.
De esta manera, por la decisión, la compañía deberá pagar la liquidación de 3 meses de salarios, los salarios vencidos, 20 días de salario por año trabajado y la prima de antigüedad. Es mentir que ante un despido no deberán abonarte nada, pues la ley estipula que, incluso en los casos en los que esté justificado, se hace necesario un aporte por parte del empleador.
La importancia de comprender ambos conceptos
Como bien hemos destacado, será fundamental que puedas entender cuándo te corresponde una cosa y cuándo la otra. Principalmente, porque puede que te esté ocurriendo que quieran hacerte pasar una liquidación como un finiquito, o viceversa.
Aquellos trabajadores que menos entiendan de las cuestiones jurídicas pueden ser estafados por las empresas, que no les otorgan los derechos que les corresponden ante un despido justificado. Es decir, que ante una empresa quebrada, supongamos, no se generen las garantías económicas por los percibimientos salariales del trabajador.
A la inversa puede suceder algo similar. Si el empleado decide renunciar, en caso de no conocer sus derechos, puede que piense que no tiene que recibir ningún dinero, algo que es falso. Tal y como hemos visto, la empresa deberá hacerse cargo de algunas cuestiones, incluso cuando la determinación haya sido tomada pura y exclusivamente por la voluntad del empleado.
Puede que sepas cuál es tu categoría, pero es indispensable que se hagan bien los cálculos para que te den los montos adecuados. Sin importar cuál sea tu caso, lo más conveniente es que un equipo de profesionales pueda revisar tu situación a través de una asesoría, para hacer los análisis correspondientes para que midas qué es lo que te corresponde.